Maravilla Martínez, en su momento top a los 32

Cuando llegó a Racing a principios del 2024, nadie imaginaba (ni el propio Maravilla), que un año y medio después sería el jugador franquicia de un club gigante como la Academia, que todo el Cilindro corearía su apodo cada 15 días, que muchos chicos les pedirían a sus padres que quieren tener su camiseta.

Adrián Martínez es el muchachito de la película, el laburante del fútbol que paseó sus goles por canchas peladas, por vestuarios sin agua caliente y que, a los 32 años, se encuentra en el mejor momento de su carrera. Es raro que un futbolista toque la cima cuando muchos ya están pensando en retirarse, pero la vida de este delantero es una Maravilla, como su apodo.

Y anoche, dio una nueva exhibición de cómo moverse en el área, para destrabar un partido que pintaba complejo pero que él, con su olfato infinito, acomodó con dos gritos bien de 9 antiguo y con una asistencia (para Solari) de 9 moderno.

Porque de eso se trata este goleador que hace soñar a Racing. En el 2024, sus 30 tantos en 49 partidos sirvieron para que la Acadé diera una vuelta internacional después de 36 años. Y en este 2025, en el que ya no son sorpresa sus goles, él no se achica ante semejante responsabilidad y ya metió 13 entre el Apertura, la Libertadores y la Recopa que el equipo de Costas le ganó a Botafogo en Río de Janeiro.

Delantero que lleva el esfuerzo en la piel, que cuando el equipo pierde la pelota es el primero en presionar, pero que sabe cómo manejar sus energías, para tener siempre ese segundo de más que se necesita en el área.

Defensores Unidos, Atlanta, Sol de América, Libertad, Coritiba y Cerro Porteño fueron los clubes que lo tuvieron sin saber lo que luego mirarían por TV. En Instituto dio el golpe en la mesa del fútbol de elite en la Argentina, y en Racing explotó para convertirse en bandera.