Gallardo: el disfrute de dirigir a River y la leyenda de la NBA que lo deslumbró "a todo nivel"

El "feliz domingo para todos los hinchas de River"con el que Marcelo Gallardo cerró la conferencia post 2-0 a Boca se hizo extensivo al lunes, al martes... Sí, las sonrisas permanecerán por varios días en Núñez porque ganar un superclásico siempre es especial, porque genera desde las chicanas al clásico rival hasta una inyección de confianza única. Perderlo también suele dejar consecuencias, como quedó en evidencia con la salida de Fernando Gago. Lo concreto es que el combo fue ideal para el Millonario y el clima de armonía que vuela sobre el Monumental está compuesto por un sentimiento recíproco entre el técnico más ganador de la historia del CARP y sus fieles.

"Es una identificación muy fuerte la que siento por el club y la que los hinchas sienten para conmigo", aseguró el Muñeco, con ese ADN rojo y blanco que hace que River sea parte "de mi esencia como deportista, como futbolista y como persona".

Ya ganó la final eterna. Ya consiguió hitos únicos. Ya le generó varios dolores de cabeza a Boca. Y si decidió volver, tal como lo repitió en varias ocasiones, es para ir por más, con un desafío inédito por delante como lo es el flamante Mundial de Clubes.

A 49 días del debut frente al Urawa Red Diamonds en el Lumen Field de Seattle (17/6), Gallardo le contó con orgullo al planeta fútbol lo que significa estar en el día a día del equipo en el que nació, por el que se brindó y el que le ha brindado todas las posibilidades para llegar a convertirse en estatua y leyenda.

"Es un lugar donde hoy no solamente representa una rica historia a través de los años. También se ha vuelto un escenario espectacular como para vivir", agregó MG en un adelanto de su charla con la FIFA, resaltando ese fenómeno popular que se potencia año a año y que se tradujo en las más de 85.000 personas que coparon el Monumental en un superclásico histórico en este siglo.

"Es uno de esos pocos lugares donde vas a vibrar, donde la gente va al estadio a vibrar de una manera muy especial. Eso es lo que hoy representa River, lo que representa para mí. "Para mí es espectacular. Estoy en el lugar donde quiero estar, soy feliz porque es parte de mi vida".

Bajo un contexto de exigencia continúa que baja desde las tribunas y que él mismo disfruta, Gallardo llegó al choque ante Boca siendo objeto de algunas críticas por aún no haber encontrado el funcionamiento fluido de un equipo repleto de figuras. Pero una vez más, la paciencia que fue transmitiendo partido a partido la transformó en un contundente triunfazo en base un liderazgo como el que tuvo Michael Jordan, deportista al que supo idolatrar por esas virtudes que justamente hoy lo distinguen como DT.

"Viví con muchísimo fervor la época dorada de Chicago, con su majestad a la cabeza. Fui un gran fan de Michael Jordan en todo su esplendor. Me ha deslumbrado a todo nivel. Su liderazgo, su comportamiento ganador, su mentalidad para hacerse cargo de situaciones límites. Un deportista fuera de serie".

Gallardo y lo que significa dirigir a River