La alta competencia en un puesto clave para River

Al repasar la lección, River empieza a salir de memoria. El tiempo, una vez más, le dio la razón a ese Marcelo Gallardo que pedía y transmitía paciencia cuando la ansiedad carcomía por dentro a los hinchas por la falta de funcionamiento y punch arriba. Consolidó el fondo con la zaga Díaz-Martínez Quarta, encontró el tridente ofensivo con Mastantuono-Driussi-Colidio y en la búsqueda del 11 ideal, hay un puesto en el que suele haber rotación. Porque con Enzo Pérez como el #5 indiscutido y Kevin Castaño acoplado al andamiaje como si llevara años en el club, el restante lugar en el mediocampo se lo vienen disputando Ignacio Fernández, Giuliano Galoppo y Maximiliano Meza.

En la búsqueda por volver a ser ese zurdo de primera línea, héroe de Madrid y al que a River tanto le costó reemplazar cuando se fue a Atlético Mineiro. En eso anda Nacho, quien contra Vélez hizo un gol, dio una asistencia y jugó los 90’, sumando en un sólo partido apenas media hora menos de lo que había jugado en todo el semestre (120’) en el Apertura. Es que si bien vio el superclásico desde el banco, en la altura de Quito ante IDV tuvo un auspicioso ingreso y el Muñeco volvió a confiar en él ante Barcelona, buscando que reaparezca ese mediocampista que tan bien rindió en las inolvidables noches coperas del primer ciclo MG y que cambió las dudas por aplausos.

Al Galoppo, Giuliano es otro gran competidor en esa banda. Titular indiscutido en los primeros seis partidos del año con una adaptación exprés como la de Castaño, una distensión lo obligó a parar cuatro partidos. Volvió desde el arranque ante Central, pero una molestia en la cicatriz le permitió jugar sólo cinco minutos. Y desde su reaparición con gol en el segundo tiempo ante IDV, fue titular frente a Boca y Vélez y alternativa en Guayaquil.

Un escalón más atrás aparece Meza. Valioso para Gallardo por ser un revulsivo en un mediocampo que pretende que sea ágil, el ex Independiente aún no logra sintonizar la frecuencia colectiva y quedó despreciado, en parte por una tendinitis rotuliana en la rodilla izquierda que arrastra desde la pretemporada y que lo llevó a perderse seis partidos en este 2025.

Mañana, ante Barracas, si Gallardo evalúa algunos retoques, en ese puesto seguramente lo haya. Porque hay volantres para sólo una vacante en el medio.