Central quedó líder tras vencer a un Independiente que se desinfla

Más allá del resultado y de cómo quedó parado cada uno en la tabla de la Zona B del Torneo Apertura, el partido entre Rosario Central e Independiente arrojó una conclusión inequívoca: los dirigidos por Ariel Holan llegan a los playoffs en plenitud, mientras que los de Julio Vaccari se desinflaron en los últimos partidos.

Con la victoria en un estadio donde ha sido imbatible a lo largo del año, el Canalla terminó en la cima y ahora tendrá que jugar contra Estudiantes en octavos de final. Llega fortalecido a ese cruce determinante, con las convicciones firmes, con la chapa de ser uno de los candidatos por lo demostrado desde que comenzó a rodar la pelota en este campeonato. Y con la tranquilidad de que va a poder jugar hasta una hipotética semifinal en el Gigante de Arroyito, donde cosechó siete victorias en los siete partidos que jugó en el año en ese terreno.

El Rojo, en cambio, arriba plagado de dudas, con la incertidumbre de si podrá recuperar el funcionamiento colectivo, la lucidez para elaborar, el despliegue y la intensidad que supo exhibir en varios tramos del semestre. Porque es cierto que el equipo de Vaccari ya tenía la clasificación asegurada desde hace un tiempo y que el entrenador eligió mandar a la cancha un equipo mixto. Tan cierto como que la merma futbolística ya se torna inocultable independientemente de los nombres. Los síntomas exponen un retroceso evidente que se ve reflejado en las estadísticas. Porque el Rojo lleva cuatro partidos sin ganar entre el torneo y la Copa Sudamericana: cayó 2-1 con Guaraní, igualó 0-0 con Riestra, perdió 2-0 con Atlético Tucumán y ahora tropezó en rosario. De soñar con terminar primero en su zona, ahora depende de resultados ajenos para mantenerse escolta y no caer al tercer lugar. Los de Avellaneda aún no saben quién será su rival en octavos:Tigre, Barracas o Independiente Rivadavia son las opciones.

Independiente se desdibujó. Dio otro paso hacia atrás. Y volvió a quedar expuesto ante Central. Al Canalla le alcanzó con la conducción de Malcorra, los punzantes Santi López y Lovera, y la presencia en el área de un Copetti errático para hacer tambalear a un Rojo debilitado. Así, los de Holan llevaron al arquero Rey a destacarse cuando Independiente transitó la cornisa.

El desgaste físico producto de una agenda muy cargada y las lesiones de piezas importantes como Ávalos y Galdames y las bajas circunstanciales por suspensiones erosionaron al Rojo. Lo debilitaron. Y con los últimos malos resultados aparecieron dudas donde antes había certezas. Inseguridades donde imperaba la convicción. Endeblez donde se exhibía fortaleza. El gran desafío para Vaccari será recuperar lo que él supo construir y perdió en un trajín extenuante por la acumulación de partidos. Deberá hacerlo rápido, porque el martes de juega todo en la Sudamericana ante Boston River en Montevideo. Marcha último en el Grupo A de la Copa y no tiene margen.

Central, en cambio, está con la confianza por las nubes. Rosario es una fiesta.