“Ojalá el domingo podamos dar otra alegría”, dijo Nacho Vázquez, con el corazón en la mano, en una charla con Olé. Y cómo no creerle. Si hay algo que Platense demostró es que no se rinde nunca. Nunca.
“Ojalá el domingo podamos dar otra alegría”, dijo Nacho Vázquez, con el corazón en la mano, en una charla con Olé. Y cómo no creerle. Si hay algo que Platense demostró es que no se rinde nunca. Nunca.
Lo de este equipo es puro corazón. Le ganó a River en el Monumental, con casi 90 mil almas en contra y una sola a favor: la del pueblo Calamar. Fue un partido a pura garra, a cara de perro, con un final que todavía arde: polémica, un lateral que no le dieron, un penal que llegó después… pero ni así se achicaron. Vázquez ni lo miró a Falcón Pérez en el sorteo, la bronca hervía, pero el tipo ya estaba pensando en los penales. Y ahí, a pura convicción, escribieron otro capítulo de esta historia que ya se siente épica.
Y eso que venían de limpiar a Racing en el Cilindro, eh. A este Platense no le pesan los nombres ni los escudos. Se cargó a dos gigantes y ahora va por San Lorenzo, con la ilusión intacta, con la fe de los que saben que todo es posible si se lucha hasta el último segundo.
Y Nacho, el capitán, ya sueña con el final perfecto: “Quiero jugar contra Independiente la final, porque si dejamos afuera a San Lorenzo y después a Independiente, esto queda para la historia”. No lo sabe, quizás, pero Platense ya está escribiendo su página dorada. Y lo está haciendo a lo grande.
-¿Cómo estás viviendo este momento?
-Muy contento. Creo que venimos haciendo las cosas bien. El grupo y el cuerpo técnico se merece esto. Recién ahora estamos cayendo en lo logramos.
-El partido tuvo un momento tenso: el lateral era para ustedes y terminó en penal. ¿Cómo se vivió en la cancha?
-Con mucha bronca. Primero, era falta de Mastantuono sobre Juárez. Después el lateral que no nos dan. Pero son circunstancias del juego y ayer estaba negado. Después Yael (por Falcón Pérez) me pidió disculpas, me dijo que el lateral era para nosotros. Pero yo estaba más caliente por la falta que no nos cobró que por el lateral. Pero son cosas del fútbol y por suerte, pudimos pasar nosotros.
-En el sorteo de los penales hay una imagen que quedó grabada: no mirás al árbitro. ¿Qué te pasó por la cabeza?
-Muchas cosas. Pensaba en lo que hace este grupo día a día. Sabía que si perdíamos se nos venía todo abajo. Pensaba todo lo que se arman con estos muchachos, el sacrificio que uno hace… Queríamos ganarlo en los 90 minutos porque los penales son suerte.
-¿Y con toda esa tensión, qué se dijeron antes de los penales?
-La verdad, no escuché nada. Estaba negado. Muy caliente. Sabía que tenía que tranquilizarme y la única forma era patear el primero. Más allá de todo lo que pasó, sabíamos que íbamos a ganar. Esto es fútbol. Los penales son suerte.
-Hay un video tuyo muy emocionado. ¿De qué son esas lágrimas?
-De muchas cosas. Uno trabaja para esto. Mis compañeros, el staff, la gente de prensa, el utilero, los cocineros... Uno se emociona con todo lo que vive en el día a día. Cuando llegamos acá nos encontramos en el estadio con todos. Todo eso se me vino a la cabeza. Agradecido a mis compañeros por otra alegría, ojalá me den otra más el finde.
-¿Dormiste algo anoche?
-Me acosté tarde, llegué a casa a las tres de la mañana. A las cinco terminé de ver el partido de nuevo y me dormí a las seis. Me despertó mi hija diciéndome: “Levantate, papi” y me tuve que levantar.
-Vienen teniendo un gran semestre. Sacaron a Racing y a River en sus canchas repletas. ¿Por qué pensás que están donde están?
-Sacamos a dos grandes: Racing y River de local. Ahora se viene un lindo desafío como es San Lorenzo, otro equipo grande. Quien nos dice, nos tocó la llave más difícil: Racing, River, ahora nos toca enfrentar a San Lorenzo. Ojalá podamos pasar y jugar contra Independiente y ganarlo.
-¿Sentís que los subestiman?
-No se si nos subestiman pero se habló muy poco de Platense, pero llegamos a una final (por el 2023, donde cayó con Central), la perdimos, estuvimos a un punto de una Sudamericana y hoy estamos entre los cuatro mejores del país. Me parece raro que no se hable de Platense. Pero como siempre le digo a los chicos: somos un equipo humilde y lo estamos demostrando nuevamente.
-¿Son conscientes de que están haciendo historia?
-Nos queda un pasito más para lograr esa historia. Nos queda San Lorenzo y esperar el otro resultado. La gente dice que ya hicimos historia, pero para lograr la historia que yo quiero, como capitán y referente de este equipo, es ganar los dos partidos que quedan y ahí sí vamos a quedar en la historia.
-¿Creés que ya es hora de que Platense sea campeón, algo que no logró nunca?
-Puede ser. En el fútbol argentino es muy difícil ganar un partido, y salir campeón. Ojalá Dios quiera poder llegar a la final y ganarla. Quiero salir campeón con el club.
-¿Ya están metidos en lo que es el partido con San Lorenzo?
-Sí. No quería venir a entrenar porque sabía que cuando toque la puerta de utilería me voy a poner a pensar en San Lorenzo y esa es mi bronca porque no pude disfrutar nada. Pero bueno. Sabemos que tenemos un partido complicado y difícil pero vamos a dar batalla como siempre.
-¿Cuál va a ser la clave para pasar a la final en el Nuevo Gasómetro?
-Cerrarlo a Munain si juega, y estar cerca del 9. Esa va a ser la batalla como fue con Racing o con Silva y Mastantuono con River.
-Si llegan a la final, ¿preferís a Independiente o Huracán?
-Independiente, que venga. Porque si se da, dejamos afuera a cuatro grandes: Racing, River, San Lorenzo e Independiente.
-¿Sentís que pesa el club del que sos hincha?
-Soy hincha de Racing, como dije. Pero más allá de eso, se lo decía a Salomón: “Amigo, dejemos afuera a Racing. Mirá si dejamos afuera a River. Si dejamos afuera a San Lorenzo y si nos toca Independiente en la final, dejamos a cuatro grandes en el camino y eso se va a hablar toda la vida del fútbol argentino, de lo que hemos logrado. Ojalá...
-¿Los hinchas tienen que creer?
-Sí, siempre. Estamos para lograr cosas importantes, que se queden tranquilos que lo vamos a dejar todo siempre y ojalá podamos darle una alegría a la gente.