El alumno prodigio de River: Mastantuono, del gol de antología a Boca a las aulas
La joya cursa Quinto año en el Instituto del club mientras deslumbra al mundo en la cancha. Cómo es su programa de estudio. La tutoría y el rol de Gallardo.
Decía Alejandro Sabella que si un día le abren la cabeza a Marcelo Gallardo encontrarán el Larousse ilustrado del fútbol. Pachorra también sabía sus cosas. “Un secreto que me enseñó Sabella para los tiros libres: pararte más de costado a la pelota, en horizontal, hace que la pelota agarre más rápido la comba”, contaba el Muñeco en sus últimos años de jugador. Un truco que le sirvió a MG para hacerle dos goles de pelota parada al Pato Abbondanzieri y un capítulo de la enciclopedia Gallardo que ahora estudia un tal Franco Mastantuono. Como una fórmula riverplatense que pasó de generación en generación y que pudo haberse trasladado al domingo: el pibe de 17 años se paró de costado a la pelota a casi 30 metros del arco que defendía Marchesín, la envolvió con la zurda y así como si nada la colgó de un ángulo para hacer delirar a 85.000 personas. No tardó en viralizarse un corte de video del deté indicándole a FM en octubre del año pasado cómo darle mejor rosca a la pelota, con una señal del estilo director de orquesta.
Gallardo y los tips a Mastantuono para pegarle a la pelota. Prensa River.
El Muñeco es desde su regreso al club uno de los maestros de Mastantuono, pero no el único: el pibe en paralelo sigue cursando la secundaria con el plan de estudios RiverDAR, enfocado a los jóvenes deportistas del CARP.Que Franco tenga que preparar un examen de geografíadel secundario mientras su nombre se replica en todos los portales de fútbol del mundo y los principales equipos de scouting de los gigantes europeos empiezan a pelearse por contratarlo dispuestos a desembolsar los € 45.000.000 que vale su cláusula es un contraste demasiado grande, que explica la locura de que la nueva estrella del fútbol argentino, a la que ya comparan incluso con Lionel Messi y que parece tener garantizado un futuro cercano de Selección, sea ni más ni menos que un chiquilín de 17 abriles.
No, no es normal. No es normal ver que apenas hayan pasado seis años desde las imágenes de su incursión como youtuber siendo un niño que quería hablar de fútbol y de partidos en la Play. Que ayer nomás era un gurrumín que también jugaba al tenis en Azul. Que haya nacido después de que Boca ganara su última Libertadores.
La celebración de Mastantuono (Fotobaires)
Por eso, porque no es normal, su caso es especial incluso para el programa educativo que desde hace un tiempo River destina para sus juveniles: ya con un calendario de Primera División, Fran -como le dicen en su familia- cursa a distancia el quinto año del colegio y va programando sus obligaciones para cada materia adaptándose a los tiempos del plantel profesional. Para eso tiene tutores, que incluso varias veces van a verlo al River Camp antes o después de los entrenamientos.
El 30 que ya hace rato merece jugar con la 10 en la espalda tiene los pies sobre la tierra, pero también una estructura a su alrededor que lo contiene: sus padres Cristian (que fue su primer entrenador, desde los cuatro años en la escuelita de fútbol de River en su ciudad natal) y Sofía, que viven en Azul pero viajan cada fin de semana a verlo con Valentín, el hermano menor (tiene 15 años) de Franco, su hermana Lucila (20) que estudia en Buenos Aires, los tutores del Instituto River, sus compañeros más experimentados y, por supuesto, el cuerpo técnico que lidera Gallardo: el Muñeco, se encargaron de desmentir desde el entorno de Mastan y desde el club, no llamó para posponer el parcial de geografía que el crack debía rendir este lunes, pero sí sigue de cerca a uno de sus pollos y está muy interesado en que termine a tiempo con su educación secundaria.
Foto: Fernando de la Orden
Y es que para Gallardo, cuentan desde adentro, es importante que los chicos se desarrollen intelectualmente, que se formen, que alimenten un espíritu crítico, e incluso que se apoyen en la educación para comprender los desafíos profesionales, para interpretar mejor las indicaciones técnicas y tácticas, para pensar y decidir mejor durante los partidos. Y en eso anda un Mastantuono que sigue en contacto con todos sus compañeros de curso pero que ya no pisa tanto el aula como hacía hasta el año pasado, donde siempre fue recibido como un héroe por el resto de los chicos: mientras los tanques europeos merodean el Monumental para buscarlo y Scaloni empieza a considerarlo seriamente para la Mayor, una de las prioridades del pibe es el estudio. Su sueño es ganar la Libertadores con River, pero también tener otro título, el del secundario. Así, responsable y aplicado para el contexto anormal que atraviesa, va preparando a distancia y en general de forma virtual los trabajos que necesita hacer para ir aprobando las materias. Salvo una: al entrenarse con el plantel profesional, ya se le da por aprobada, con honores, educación física. Es un alumno prodigio.
Mastan, héroe de River en el clásico. Foto: Fernando de la Orden
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