La leyenda continúa: los increíbles récords de Armani en los clásicos

La carta de presentación de Franco Armani en River fue en un superclásico. En Mendoza, en una final. Terminó con una corona en la cabeza y una copa en las manos. Esas manos son las que siete años después siguen salvando al CARP en un derbi contra Boca, ahora en el estadio Monumental. En el medio, el Pulpo sacó chapa de arquero de clásicos y hoy, a los 38, su cinturón sigue teniendo una vigencia absoluta.

Fue el Pulpo el que terminó rescatando los tres puntos para River. Tres puntos que el equipo merecía, acaso sin tanto sufrimiento sobre el final, con un desarrollo que pudo haber sido goleada. Pero así son estas cosas, así son estos partidos. Así es un arquero de equipo grande: hasta los últimos minutos, FA1 casi no había tenido actividad más allá de mostrar seguridad para descolgar algunos centros. En el gol de Merentiel no tuvo mucho para hacer ya mano a mano. Pero cuando el derbi empezaba a extinguirse apareció la señal, como le aparece a Batman en el cielo encapotado de Ciudad Gótica: el equipo lo estaba llamando a este superhéroe verde. Primero, para manotear un rebote en Di Lollo que pedía red y fue a su guante tras un tiro de esquina. Y ya con el tiempo cumplido, a los 50 minutos del segundo tiempo, la atajada que terminó por sellar el triunfo para que deliraran 85.018 personas en el Liberti y unos cuantos millones afuera: Zenón cabeceó flotado al área chica, Ayrton Costa la peinó al arco y como un gato voló Armani al primer palo para sacarla al corner.

Los históricos records de Armani en los clásicos

Fueron dos acciones que valieron dos goles. Otras dos del Flaco en la historia de los superclásicos, tal vez su evento favorito: inmortalizado en aquella ya a esta altura legendaria tapada a Benedetto en la final de ida de la Copa Libertadores 2018, el arquero de River ya es desde hace rato un especialista para estos partidos, el sostén cuando el equipo lo necesita. Más allá de que el nivel del casildense se mantiene altísimo desde siempre en cualquier contexto, el tipo infla el pecho en las paradas más bravas, en los duelos importantes, contra los rivales importantes: de los 52 clásicos que jugó con el escudo del CARP en el pecho contra los clubes grandes, ¡sólo perdió ocho! Sí, una bestialidad lo de Armani, otra vez.

Cuando muchos proyectaban que para esta altura del asunto ya iba a estar apagándose, que iba indefectiblemente a perder el puesto con un Conan Ledesma que fue contratado para pelearle mano a mano el puesto y para ser el 1 en la sucesión del Pulpo, Armani sigue más vigente que nunca: en este 2025, después de una única macana en el debut con Platense, fue por lejos el futbolista más regular de un River que tuvo un arranque sin muchas luces. Jugando muy bien, jugando bien, jugando más o menos, jugando mal, jugando peor: la única constante siempre se encuentra en el arco más grande del mundo, con un tipo que es uno de los principales responsables, o el principal, de que la de su equipo sea una de las vallas menos vencidas entre los 30 participantes del Apertura, con apenas ocho tantos. Incluso con una defensa que en los últimos partidos empezó a tener fallas que antes no tenía, Armani siempre aparece. Es una garantía. Y es desde hace rato uno de los más grandes arqueros de la historia gigante de River, junto con Amadeo Carrizo y el Pato Fillol.

En el superclásico del pibe Mastantuono estiró su propio mito. La de un tipo que nunca necesitó vender humo para hacerse ídolo... La Boca del Pulpo siempre está cerrada.