El primer dato surgió del presidente del Barcelona, Joan Laporta: "Estoy en deuda con Messi". La declaración del dirigente apuntaba a que la Pulga debe volver en algún momento al Culé, del que se fue en 2021 tras no renovar su contrato con él. Pocas horas después, el diario Sport anunció que el técnico Xavi pidió al argentino para el 2023, cuando termine el contrato del rosarino con el PSG.
El artículo, firmado por el periodista Albert Masnou, detalla que el entrenador se lo solicitó a Laporta.
"El técnico, que mantiene una excelente relación con el astro argentino, está convencido de que su vuelta puede aportar mucho a la entidad catalana tanto a nivel económico como en el aspecto deportivo todavía pues considera que aún tiene mucha cuerda. El fichaje de Messi puede servir también para aparcar las diferencias surgidas a raíz de su salida del club y para cerrar el círculo de una relación que se inició cuando tenía 13 años, siendo un niño. El objetivo sería que pueda colgar las botas también vestido de azulgrana", escribe Masnou.
El artículo recuerda que, sin Leo, "por primera vez en dos décadas, el equipo acabó la temporada en blanco".
Por supuesto, en esto juega mucho la parte emotiva, por el fuerte vínculo que generó Leo con la hinchada del Barcelona, el futbolista más ganador de la historia del club, con 35 títulos; diez de Liga, siete Copa del Rey, ocho Supercopa de España, cuatro Champions League, tres Supercopa de Europa y tres Mundial de Clubes.
¿Podrá dirigir a su amigo, ya con 36 años, para la temporada 23/24? ¿O pesará la tentación del PSG por renovarle?
Recordar: Xavi forjó una fuerte amistad con Leo siendo compañeros en el equipo catalán. Incluso, tras dejar de compartir equipo, varias veces compartieron comidas, episodios documentados por la prensa. Pero no hay que olvidar una frase fuera de lugar de Laporta después de la salida de Leo: "Tenía la ilusión de que jugara gratis".