En la madrugada del miércoles, la Policía bonaerense allanó la Clínica Olivos, el último centro médico donde estuvo internado Diego Armando Maradona antes de su muerte, con el objetivo de recolectar documentación sobre su tratamiento.
En la madrugada del miércoles, la Policía bonaerense allanó la Clínica Olivos, el último centro médico donde estuvo internado Diego Armando Maradona antes de su muerte, con el objetivo de recolectar documentación sobre su tratamiento.
La medida fue ordenada por los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal N°3 de San Isidro, a pedido del fiscal Pablo Ferrari, tras detectarse versiones contradictorias entre los profesionales de salud que lo atendieron.
El allanamiento se extendió desde la medianoche del martes hasta bien entrada la mañana. Participaron al menos 12 efectivos de la división de investigaciones, con apoyo logístico desde el exterior del edificio.
La orden fue secuestrar registros físicos y digitales vinculados a la internación del ex jugador, entre el 3 y el 11 de noviembre de 2020, fechas en las que fue operado de un hematoma subdural.
La solicitud del fiscal Ferrari fue acompañada tanto por las querellas, que representan a Dalma y Gianinna Maradona, como por las defensas de los imputados, luego de que surgiera una fuerte contradicción entre los dichos del director médico de la clínica, Pablo Dimitroff, y el cirujano Pablo Rufino, quien participó activamente de la intervención quirúrgica.
Dimitroff aseguró ante los jueces que los estudios prequirúrgicos habían sido realizados en la Clínica Ipensa, en La Plata, y que esa información fue tomada como base para operar. Rufino, en cambio, declaró que esos estudios sí se realizaron en Olivos, pero que nunca se incorporaron a la historia clínica del paciente.
A esto se sumó un detalle no menor: un estudio de Covid-19 presentado por Dimitroff tiene como fecha de entrega el 4 de noviembre a la 1:35 de la madrugada, es decir, varias horas después de la operación que se realizó el día anterior.
El tribunal resolvió también convocar a un careo entre Dimitroff y Rufino para dilucidar quién dice la verdad, y autorizó la citación de nuevos testigos que podrían aportar claridad sobre los días previos al fallecimiento de Maradona.
El 3 de noviembre de 2020, Maradona fue intervenido tras detectársele un hematoma subdural en la cabeza. La operación fue producto de un intenso debate entre médicos, abogados, familiares y su entorno cercano. Si bien su médico personal, Leopoldo Luque, tenía la intención de operarlo, la familia rechazó esa opción y se conformó un equipo médico alternativo, que fue el que finalmente lo atendió.
El Diez murió el 25 de noviembre de 2020, mientras cumplía una internación domiciliaria en una casa del barrio San Andrés, en Tigre. Allí, un grupo de profesionales de la salud tenía la responsabilidad de asistirlo durante el postoperatorio, pero hoy enfrentan cargos por presunta negligencia.
Siete de esos profesionales están imputados por el delito de homicidio simple con dolo eventual, que prevé penas de hasta 25 años de prisión. Entre ellos se encuentra la enfermera Gisela Madrid, quien será juzgada por un jurado popular tras solicitarlo formalmente.