Los últimos 10 años de Platense: de la tercera categoría a estar a un paso de la gloria
El Calamar enfrentará a Huracán en la final del Apertura, pero para llegar a eso pasó por dos ascensos y una final perdida. Un club que resurgió desde el fondo del futbol argentino.
Hay equipos que se forjan en el barrio, en las derrotas, en los silencios de algunos lunes. Equipos que se construyen desde la fidelidad, desde los tablones gastados, desde las viejas glorias que siguen yendo a la cancha, de los encuentros familiares en las plateas y populares. Esos clubes que logran forjar un micromundo una vez que se cruza la primera puerta. Platense es uno de esos equipos. Un club que supo estar lejos del centro, pero nunca sin alma. Y que en los últimos diez años emprendió un viaje de reconstrucción que emociona.
En 2014, el Calamar se encontraba en la tercera categoría del futbol argentino. Ese año terminó séptimo en el grupo B de la Primera B con seis victorias, cinco empates y nueve derrotas. Era un equipo lejos de las hazañas, de los goles eufóricos y de micros de jugadores recibidos por miles en Vicente López. Pero la historia tenía un lugar preparado para Platense en los años siguientes.
El primer gran paso de esta seguidilla de éxitos llegó el 2 de mayo de 2018, cuando le ganó 1 a 0 a Estudiantes de Caseros en la final del reducido de la B Metropolitana. El gol de José Vizcarra en el primer tiempo suplementario no solo rompió una sequía de ocho años fuera de la B Nacional: además fue una explosión de alegría para el pueblo Calamar.
No se trataba solamente de subir una categoría, sino de volver a ser. En los años previos, Platense había tocado fondo: descendido en 2010, deambuló en la tercera división sin perder su esencia, en busca de la reconstrucción. No fue fácil. Esa noche, en la cancha de Lanús, sirvió para que el club tomara impulso.
Favio Orsi y Sergio Gómez, a un paso de la gloria. Foto MARCELO CARROLL
El ascenso a Primera no llegó rápido ni mucho menos. En las temporadas siguientes, el equipo se armó y desarmó, quedó cerca, peleó. Pero no se rindió. Esa terquedad del Calamar fue la que, finalmente, tuvo su recompensa el 31 de enero de 2021, cuando venció por penales a Estudiantes de Río Cuarto y regresó a la Primera después de 22 años.
Fue una noche inolvidable para una hinchada que no dejó de estar. Volver a Primera significaba recuperar un lugar en el presente grande del futbol argentino. Lo que no sabían en Platense era que, ese era solo el comienzo de un equipo que se transformaría en uno de hazañas importantes.
La emoción de Platense, que enmudeció al Nuevo Gasómetro. Foto Maxi Failla - FTP CLARIN _MAX2121.jpg Z
Se quedó a la puerta de la gloria
Ya en Primera las cosas no serían sencillas, y muchas veces los caminos tienen preparadas piedras, desvíos. Dirigido por Martín Palermo, llegó a la final de la Copa de la Liga Profesional, en la que cayó 1 a 0 ante Rosario Central en Santiago del Estero. Fue una noche difícil para Platense, sí. Pero evidentemente un paso necesario para un club que ya había llegado ahí. A estar a un paso de la gloria.
Aquel equipo contaba con algunos jugadores que hoy siguen siendo claves, como Nacho Vázquez o Ronaldo Martínez. Quedaba claro que el club estaba para más. Fue un aviso al resto del futbol argentino de que Platense estaba cerca.
Se llevó puestos a tres grandes con autoridad
Y llegó 2025. Platense volvió a sorprender a todos. En cuartos de final eliminó a Racing en Avellaneda, en semifinales se impuso a River en el Monumental (en una definición por penales atravesada por la polémica) y luego, en la semi, venció a San Lorenzo en el Nuevo Gasómetro. Volteó a tres gigantes. En tres templos del fútbol argentino.
Tres victorias que no fueron milagros. No pudo jugar ante su gente en los tres mata mata que jugó. Pero el Calamar logró imponerse a pesar de todo.
Ahora, en esta revancha histórica, volverá a Santiago del Estero para enfrentar a Huracán. Pero esta vez no hay debutantes en la gran cita. El equipo ya sabe lo que es jugar una final. Ya conoce la presión, la ansiedad, el silencio del vestuario previo. Y tiene hambre de ser quien escriba la última página de la historia.
Platense, ese club que muchos creían condenado a la nostalgia, está a un paso de escribir la página más grande de su historia. Diez años atrás, el equipo peleaba por salir de la tercera categoría. Hoy está a 90 minutos de salir campeón por primera vez en su vida.
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