“Vamos, la concha de la madre...”. Caminando como león enjaulado y mordiéndose las uñas, Juan Román Riquelme parió los penales como nunca antes. Como nunca antes, también, él también estuvo incluido en las puteadas de la gente, que bramó con su “la Comisión, la Comisión...”, aunque nadie, al menos por ahora, nadie se atrevió a insultarlo con nombre y apellido. Como fuere, cuando la gente pidió “que se vayan todos”, también estaban hablando de él...
Es, sin dudas, un escenario inédito en la gestión Riquelme, una situación impensada hasta aquí. Y no parece haber, en este cóctel, una maniobra política clásica del que hace leña del árbol caído. Los cánticos sonaron espontáneos y se multiplicaron en todos los sectores de la cancha, salvo en La Doce, que tiene sus propios cánones, totalmente desconectado al sentir del hincha genuino.
Después, sí, parte del público despotricó contra los plateístas, que fueron el motor de la protesta, una vez que se consumó la victoria en los penales y el pase a cuartos de final del Apertura.
Román, eso sí, está en el foco del conflicto, toda vez que ya no hay eufemismos: la elección de Gago y sobre todo la inexplicable continuidad de Herrón responde a una decisión directa del presidente, que como nunca antes influye en el equipo a cielo abierto, como el descontento popular que esta vez lo alcanzó antes de que se patearan los penales.
Riquelme en la Bombonera. fotobaires
Los momentos más calientes
Así fue la definición por penales
Mirá también
Torneo Apertura: Independiente avanzó a los cuartos de final y quedan tres lugares
Mirá también
En una noche tensa en la Bombonera, Boca eliminó por penales a Lanús y está en los cuartos de final del Torneo Apertura
Mirá también
Video: los penales que metieron a Boca en cuartos de final
Mirá también
¿Cuándo y dónde juega Boca los cuartos de final del Torneo Apertura?