Muestra el camino: los jugadores que podrían saltar de San Lorenzo a Boca con la llegada de Russo

El revuelo que generó la llegada de Miguel Ángel Russo a Boca parece una historia repetida. Así como ya pasó con Diego Martínez y Huracán y con Fernando Gago y Chivas, y antes en el tiempo con Gustavo Alfaro y su salto del Globo al Xeneize en 2019, los hinchas y los dirigentes de los clubes que se quedan sin entrenador se enardecen y lo muestran en cada oportunidad. Y la cosa aumenta la temperatura cuando los rumores ubican a futbolistas de los clubes que dejan los entrenadores como posibles refuerzos del nuevo ciclo.

En este caso, y con las urgencias que encontrará Russo en Boca Predio con el Mundial de Clubes a la vuelta de la esquina, los primeros nombres que empezaron a rebotar son los de jugadores que podrían llegar a sumarse de la mano del entrenador que los tuvo en Boedo. Por conocimiento y también por la necesidad que tiene su nuevo plantel. Y en un primer bosquejo, los que aparecieron en el radar son los de Malcom Braida y Gastón Hernández, además de otros con menos sustento como lo son Iker Muniain y Johan Romaña.

Braida, el favorito

El caso del polifuncional que fue una de las figuras del San Lorenzo semifinalista, para Russo representa una oportunidad en cuanto a sumar un jugador importante, de esos que los entrenadores consideran "inteligentes", por su comprensión y adaptación al juego y -fundamentalmente- por lo que futbolísticamente le puede dar al equipo, por panorama y hasta por su pegada.

No será, está claro, una negociación simple por tratarse de una de las figuras del Ciclón, aunque -como la mayoría del plantel- los problemas financieros facilitarían un acuerdo que en otro escenario sería improbable por demás.

Hernández, necesario y con argumentos

La chance de Hernández surge a partir de la situación que detalló Olé el viernes 23 de mayo dando cuenta de un malestar dirigencial con Marcos Rojo, a partir de una reunión del plantel en la cual el central habría expresado su enojo por no tener todavía una oferta de renovación. Eso derivó en lo que fue la ausencia del capitán para el partido contra Independiente y podría haber sido el primer paso para su final en el club.

Claro, su suplente a medida (llegado en enero para darle soporte en un puesto clave) es Ayrton Costa, cuya situación judicial provocó que no se le otorgara la visa para entrar en Estados Unidos y esto hace que dependa de una gestión de FIFA para poder viajar y estar a disposición del DT que comande a Boca en la competencia.

Ante este panorama, un central zurdo se impone como la primera necesidad para reforzar el plantel. Y por eso, el nombre de Gastón Hernández se impuso como una alternativa más que lógica. Primero, porque es un futbolista que Boca ya buscó: a mediados de 2023, unos meses antes de su segunda rotura de ligamentos cruzados, y también cuando asumió Fernando Gago, días antes de que renovara con San Lorenzo por tres años, justo antes de quedar libre.

Segundo, porque tiene la experiencia necesaria (con 27 años) para llegar y jugar, y cumple los requisitos de puesto y perfil. Y tercero, porque la llegada de Miguel Ángel Russo le daría el marco definitivo para saber que puede tener un lugar preponderante, a partir de la experiencia más reciente para ambos en el Ciclón semifinalista del Torneo Apertura.

Dos con menos chances

Respecto de otras figuras de San Lorenzo, dos nombres que también surgieron como chances del gusto de Russo y que le dieron mucho a su equipo son los de Johan Romaña y el de Iker Muniain. El central, por una necesidad de Boca, no sería prioridad por su perfil. El español, en tanto, se expondría a una doble complejidad de bandera: por su entrega a su actual camiseta y por su amor declarado más de una vez por River. Y en ambos casos, el cupo de extranjeros también sería una dificultad en un plantel que lo tiene a tope.

Los tiempos, en este caso, no son generosos: la ventana especial para el MdC se abre el 1 de junio y se extiende por 10 días, con lo cual no hay mucho espacio para dar vueltas con el asunto. Pero en el vertiginoso Mundo Boca, hoy por hoy todo puede pasar.